En el centro mismo de la ciudad de Villarrica, se encuentra uno de los espacios más queridos por los ciudadanos y visitantes: el Parque Manuel Ortiz Guerrero. Este parque no solo representa un refugio natural en medio de la urbanización, sino también un homenaje viviente a uno de los poetas más importantes del Paraguay. A continuación, el guía turístico Pedro Aguilar nos invita a descubrir todo lo que este parque tiene para ofrecer: naturaleza, historia, cultura y un toque de romanticismo.

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Entrevista extraída del programa “Un chyryry de cultura”, por Radio Fe y Alegría, que se difunde el domingo de 15:00 a 16:00 hs.
Un espacio natural en la ciudad
El Parque Manuel Ortiz Guerrero es un pulmón verde que se abre paso en pleno centro urbano. En su interior, cuenta con una laguna alimentada por una naciente natural. Este rincón sereno es ideal para disfrutar de la tranquilidad, leer un libro, tomar un tereré, hacer ejercicio o simplemente relajarse observando el agua.
Además, es habitual encontrarse con diversas especies animales, como cisnes, patos e incluso carpinchos que pasean libremente por el lugar. De hecho, se ha convertido en uno de los atractivos más simpáticos del parque, especialmente cuando nacen crías que reciben atención veterinaria hasta que están listas para volver a su hábitat.
Paseos y actividades para todos
El parque ofrece múltiples actividades para toda la familia. Una de las más populares son los paseos en botes con forma de cisne, ideales para recorrer la laguna de una forma distinta. También hay áreas de juegos para los niños, espacios para deportes, y durante el año se organizan eventos como la tradicional competencia de pesca inclusiva, que convoca a toda la comunidad.
Un parque romántico
No por nada muchos consideran al Parque Manuel Ortiz Guerrero como un lugar romántico. Las parejas suelen visitarlo para disfrutar de momentos de intimidad y conexión. Uno de los puntos más encantadores es la famosa Fuente de los Enamorados, de la cual brota agua de una naciente. Cuenta la leyenda que si dos personas enamoradas beben del agua juntos, tomados de la mano, y dan diez vueltas alrededor de la fuente, su amor durará para siempre. Un detalle que convierte a este parque en un destino perfecto para quienes desean sellar su amor de forma simbólica.
Homenaje a un grande de la poesía Paraguaya
El parque debe su nombre a Manuel Ortiz Guerrero, considerado uno de los poetas más grandes del Paraguay. Fue un pionero en elevar la lengua guaraní a niveles poéticos notables. Su obra más conocida, Panambí vera (“mariposa brillante”, en guaraní), tiene su homenaje en una estatua ubicada dentro del parque.
Muy cerca de esta escultura reposan también los restos del poeta, traídos hace aproximadamente 20 años en una emotiva ceremonia que reafirmó el vínculo entre Villarrica y su hijo más ilustre. Este rincón, lleno de historia y respeto, invita al visitante a reflexionar y conocer más sobre la identidad cultural de la región.