Gladys Figueredo, una pobladora de la comunidad Nivaclé de Fichat, en el Chaco paraguayo pinta un panorama desolador marcado por el aislamiento provocado por las inclemencias del tiempo y la falta de respuestas efectivas a necesidades básicas.
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En el programa Proyecto País, de Galo Bogarín.
Aislamiento por caminos intransitables y río Pilcomayo crecido
Las persistentes lluvias de los últimos dos meses han convertido los caminos de acceso a Fichat en trampas de barro, agravado por los cortes generados por la crecida del río Pilcomayo. Gladys describió la situación con preocupación: “Lamentablemente nos afectó mucho la cantidad de lluvias que había hace ya dos meses… y no se puede, los caminos no se pueden transitar“. Esta incomunicación no solo dificulta la vida cotidiana de las más de 300 familias, sino que también obstaculiza la llegada de ayuda y la salida para emergencias.
Escasez de alimentos y la necesidad de asistencia urgente
El aislamiento tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria de la comunidad. Los kits de víveres recibidos hace dos meses desde Argentina se han agotado, y la imposibilidad de acceder a las comunidades vecinas o a centros de abastecimiento agudiza la situación. Gladys hizo un llamado desesperado: “Ahora estamos otra vez con el mismo problema por las grandes cantidades de lluvias y también el corte. Es por eso que nadie puede ingresar hacia nuestras comunidades“. La asistencia de la Secretaría de Emergencia Nacional se vuelve crucial para mitigar esta crisis.
Vulnerabilidad en la salud por falta de acceso y recursos
La precariedad de los caminos también pone en riesgo la salud de los habitantes de Fichat. Gladys narró la dificultad para trasladar a una niña enferma, exponiendo la falta de medios de transporte comunitario y el mal estado de las vías. La Unidad de Salud Familiar (USF) local opera con recursos limitados, sin medicamentos suficientes. “Muchos sufren de salud en cuanto a eso, porque hay personas que no se alimentan bien, y más todavía con criaturas“, expresó con angustia la representante Nivaclé.
Educación en condiciones precarias y la urgente necesidad de infraestructura
La escuela de la comunidad, donde Gladys ejerce como docente, refleja el abandono y la falta de inversión. Aulas deterioradas, techos a punto de caer, ausencia de sanitarios y la irregularidad en la llegada del programa de alimentación escolar son problemas cotidianos. “Las aulas se están cayendo, hay aulas que ya se están cayendo, su techo, su cielo raso, su ventilador, y estamos desastre“, denunció Gladys, evidenciando la necesidad de una intervención urgente para garantizar una educación digna para los 170 niños de la comunidad.
La problemática del agua potable: Un desafío adicional
Gladys Figueredo
Además de los caminos, la alimentación, la salud y la educación, la comunidad Nivaclé enfrenta serios problemas con el acceso al agua potable. Gladys explicó que dependen principalmente del agua de lluvia, y cuando esta escasea, recurren al agua de tajamares, cuya calidad es dudosa. Esta situación se relaciona directamente con los problemas de salud, especialmente los dolores estomacales en los niños. La falta de soluciones para garantizar el acceso a agua limpia es una preocupación constante.
Resistencia cultural y el sueño de un futuro mejor para la juventud Nivaclé
A pesar de las adversidades, el pueblo Nivaclé mantiene viva su identidad y su cultura. Gladys destacó la enseñanza obligatoria de la lengua materna en el primer ciclo escolar y la importancia de valorar sus costumbres. Como madre y docente, sueña con un futuro donde los jóvenes de Fichat tengan oportunidades de formación y progreso. “Yo como madre y como docente sueño que un día Fichat sea un ejemplo de jóvenes… que lleguen a valorar el estudio, que se formen para que un día puedan progresar“, compartió con esperanza.
