Cortes de energía generan malestar y protestas en el Chaco paraguayo

En el Chaco paraguayo, especialmente en Alto Paraguay, comunidades como Carmelo Peralta y General Díaz reclaman a la ANDE por los cortes constantes de energía eléctrica que sufren desde hace más de veinte años, afectando su vida diaria, la educación y el comercio, incluso en zonas donde avanzan obras clave como el puente internacional Paraguay–Brasil. En las últimas semanas pobladores realizaron cierres de ruta en reclamo de una solución definitiva a un problema que, según afirman, lleva más de dos décadas sin resolverse. Entrevistas realizadas en el programa «Proyecto País» con la conducción de Galo Bogarín.

Cortes de energía - cierre de ruta en el Chaco 2

El profesor Rumildo Portillo, residente de Carmelo Peralta, relató que los cortes eléctricos son frecuentes y prolongados. “Hace más de veinte años que estamos en esta situación. La energía se corta y puede volver recién después de uno, dos o hasta tres días. Esto nos afecta a todos, especialmente en las escuelas, donde los niños quedan en la oscuridad y sin agua, porque todo depende de la electricidad”, explicó.

Carmelo Peralta, situada en el corazón del departamento de Alto Paraguay, limita con Brasil a través del río Paraguay, frente a la localidad de Puerto Murtinho. Allí se construye actualmente el puente internacional Paraguay–Brasil, una obra clave para la futura ruta bioceánica, que conectará el Atlántico con el Pacífico. Sin embargo, los pobladores consideran que la falta de servicios básicos contradice los discursos de progreso asociados a esta infraestructura.

“Carmelo Peralta debería ser una ciudad modelo”, sostiene Portillo, “pero sin energía estable ni agua potable, el desarrollo no llega”.

Un problema que se repite en todo el Chaco

Cortes de energía - cierre de ruta en el Chaco 1Desde la comunidad de General Díaz, también en el Chaco, Silvia Noemí Torres confirmó que la situación es similar. “El problema de la energía es nuestro pan de cada día. Desde el viernes hasta anoche estuvimos sin luz, y cuando vuelve, no sabemos por cuánto tiempo. Nadie nos avisa”, comentó.

Torres también denunció los daños materiales que causan las fluctuaciones del voltaje: “Nos queman los electrodomésticos y nadie se hace responsable. La última vez llegó una carga de 310 voltios que reventó focos, cargadores y televisores. Nadie nos repone nada”.

Ambos pobladores coincidieron en que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) responde con excusas pero sin ofrecer soluciones duraderas. “Siempre nos dicen que hay averías y que están recorriendo la zona, pero nunca hay una solución definitiva”, lamentó Portillo.

Promesas y frustración

Según el intendente de Carmelo Peralta, autoridades de la ANDE habrían confirmado la construcción de una subestación eléctrica en la zona, cuya obra estaría prevista para el año 2026. Sin embargo, los habitantes piden que se oficialice el compromiso mediante documentos firmados, ya que la desconfianza hacia las promesas gubernamentales es alta.

En General Díaz, por su parte, Torres propuso organizar un grupo de representantes del Chaco para exigir respuestas en la sede central de la ANDE. “Manifestarnos en las rutas solo perjudica a la gente que trabaja. Lo ideal sería reclamar directamente ante las autoridades”, expresó.

Más allá de la energía: un reclamo integral

La precariedad de los servicios no se limita a la electricidad. Torres también denunció problemas con la cobertura telefónica y de internet. “Hace un mes que no tenemos señal de Personal. Cargamos saldo y los megas se van sin poder usarlos. Estamos incomunicados”, añadió.

El impacto de la falta de energía se extiende a los comercios, escuelas y comedores escolares, donde la conservación de alimentos resulta imposible sin refrigeración. Carmelo Peralta, que experimenta un crecimiento económico debido a la construcción del puente y la llegada de nuevos comercios, sufre así un contraste entre progreso e infraestructura deficiente.

Un problema estructural del país

El caso del Chaco expone las desigualdades en la provisión de servicios básicos en Paraguay. Mientras en los discursos oficiales se destacan los avances en conectividad y desarrollo, en la realidad, miles de familias chaqueñas siguen viviendo entre apagones, pérdidas económicas y aislamiento.

Como concluyó el programa radial donde se recogieron los testimonios: “Este es el país real, el país de abajo, el que nuestras autoridades muchas veces no escuchan o no quieren escuchar.”

jueves, 30 de octubre de 2025